Ausencia voluntaria
El amor más ausente que he tenido nunca, no creaba problemas, no existían acciones que encendieran el amor que quería que dominase en ti. No eres un pronto rencor, porque no tenías noción ni idea de que me ponías en un escenario tan frío. Eras el homicida sin culpa, porque no sabías que lo que hacías era malo ni delito. De todo este tiempo, nunca se endulzaron ambas partes. No lo viste adelantarse, porque era sencillo para mí tener una voz al final del día, aunque el mensaje sea puro vacío, y yo no quería sentirme tan solo ni tan patético. Un día, te comenté que no necesito coleccionar más vacíos, que lo que busco es crear más rutas y avanzar, saltar si es necesario. Porque busco ponerme metas y lograrlas. Me convencí a mí mismo que no funcionaría, cuando bajabas todo mi trabajo. Sin querer, apagaste mi voluntaria intensidad, rechazabas todas mis metas, mis logros, mis oportunidades. Solo veía a un inmaduro sin salida, que prefería morir solo al frente de una pantalla que