Rodrigo Fernety Escritor

  Más que sentimientos, contengo emociones matutinas que se calmarian con una visita de la muerte.   Me convertiría en mi propia sombra, sin aviso, sin aliento y sin posibilidad de mantener nuevos recuerdos en la mente.  Lentamente, retomé mi antigua rutina de caminar sobrio por la ciudad, intrigándome por algún atajo que no me haga pensar que llegaré tarde a casa.  Todo resultó en un poco más que lástima,  creer en mí mismo en un falso mundo,  comprendí lo frágil que es mantenerse en este estado mental. Porque cuando protagonicé el único rol feliz en mi vida, me volví más vulnerable, rebrotó la idea de  recaer en aquellas memorias después del amor. Tenía miedo de que las pulsiones sean cada vez más fuertes y mi mente ya no pueda mantenerlas tranquilas.  Por favor, permíteme estar en el mundo de tus ideas, que los besos sean más que trascendentales.  No me dejes convivir con la semilla de la duda,  ayúdame a completar el puente que me di...

Si por algún momento pasó por tu mente,  soy considerado como aquella ciudad  donde pocas veces llueve al año,  aquellas de las que muchos desgastan su pavimento  cazando una pequeña oportunidad.  Una triste y gris ciudad  especializada en quitarle el frío  hasta al hombre menos aferrado a vivir. Soy el problema,  un incontenible imperfecto,  sin importar lo descarada que se considere mi historia,  como si no pesase nada,  disimuladamente, dan un paso al costado. Soy un descuidado,  por andar aburriendo a los que intentan amarme.  Aunque sea un tipo con un cuarto de vida desperdiciada,  ahora me encuentro reinventando posibilidades,  rascándome las oportunidades de encima, agitando la maldición de considerarme el principal problema. Creo desconocía la razón que me trajiste,  ahora que pasan los años,  se me va opacando el cabello,  los dedos se me vuelven más tristes  y la medida de mi vista s...

Se mantiene fresco el recuerdo, de verte nuevamente y sentir a la memoria desafiandome por un par de años más. Fui caminando con destino a Sol de Oro, sin ningún plan de emergencia,  solo era yo y mi mochila  con mi faceta más jovial.   Sin importar que yo haya sido  el único poseedor de la idea,  incluso si salía de Sol de Oro  con medio pecho hundido,  todo valdría la pena si mi alma  se libraba de esta nostalgia.  Aunque no encontraba la fórmula  para nuestro reencuentro, si llevarte flores y demostrar  que aún conservo algo creciendo dentro de mí o tomar valor para empezarnos de cero, si es que realmente el amor  se refugiaba a mi lado. Es así que,  abracé aquellos primeros días de mayo  y mis ideas más tristes de ti,  porque tenía que cerrar o abrir puertas donde fui feliz.  Y agradezco que no me permitiste lucir como un tonto al quedarme viéndote a los ojos,  involuntariamente hiciste que mi ...

 Aunque siempre piense en ti Fui duro al negarte la parte de mi corazón, porque, como dicen, en el olvido uno empieza a valorar todo lo que pudo haber amado. Aunque haya confirmado haberte olvidado, siguen pasando los días y la fuga de cariño sigue consistente, como si realmente no hayas sido un simulacro ni un caso aparte, eras el lugar correcto. Otra vez regresó agosto, y como tradición anual, vino a maldecir mis historias y mantenerme delirando. No te preocupes por mí, porque, como dicen las crónicas, estabas destinado a olvidarte rápido de mí, y seas más feliz a la llegada del mejor amor. Por lo que acepto que debes ser feliz con otra persona, junto con todo el potencial que me imaginé de ti. Aunque piense en ti todos los días y siga creyendo que las marcas engravadas que dejaste en mi piel serán suficientes para garantizar fragmentos de felicidad. Todo irá mejor.   Pude evitar la pérdida, aceptando tu petición de un día más para construir lo que tardaría meses...