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Offline for me

 

Meses encerrados, días, semanas, y meses con solo con el sonido de mi teclado. Las cuatro paredes comenzaron a ser mis únicas amigas, la ventana se convirtió en la única que me iluminaba la mente. Y una sola foto fue capaz de dejar la semilla de lo que más tarde crecería.  

 

Al principio, mi percepción se había confundido, el concepto del amor resultaba distante e irreal como si me hubiese dado cuenta de que siempre heredaré lo malo de la suerte.   

 

En dos meses, ya nos encontrábamos robándonos el sueño, todo daba vueltas en ti, no sentía distancia y las horas del día se convirtieron en simples conceptos. En tres meses, mi teléfono siempre sonaba a las tres de la mañana y en cuatro meses se hizo realidad.

 

El primer encuentro fue como un silencio al lado del mar, como si nuestro primer momento fuese idéntica a la de una despedida. Me sentía como mi último otoño, pero, de alguna manera, todo el ambiente decía que sí.  

 

¿Cómo fue posible que este bonito sentimiento haya nacido? ¿amor online?

Que ahora me pregunto ¿Cómo era el amor offline? 

 

Ahora, quiero que mi nombre pese un poco dentro de tu corazón, que mis palabras nunca adelgacen con el tiempo, que las horas empiecen a inflarse y pasarse volando cuando estoy alrededor tuyo. 

 

Me ayudas a desconectarme de mi realidad, que me olvido de las marcas de dolor, ya no percibo la sed ni el hambre. 

 

No me siento preparado para perder toda conexión contigo, no con esto que me dejó tan ilusionado. No espero desaparecer ahora que he visto lo bueno de mi vida, ahora que ocupaste la debilidad de mi corazón. 

 

No quisiera que me lleve de nuevo el silencioso misterio, que se quebrante mi boca al repetir tu nombre cuando no estés, porque fue un milagro desnudar mis sentimientos sin una noche santa de por medio.



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