Ir al contenido principal

HUYE


HUYE

Me he quedado con muy poco,
pensando que la situación me enseñaría a ser más fuerte.

He convivido con diferentes personalidades,
pensando que estaba aprendiendo, disque amando.
Me he estado desgastando,
buscando a alguien para que me encuentre
Me equivoqué en apresurarme,
no hay que ser mapa, pero sí el destino.

He perdido días enteros,
que tranquilamente los pude haberlo pasado con mis amigos

¿Cómo puedes besarme así y decir que no me quieres?

Mandé todo a la basura,
siempre me reemplazan por cualquier cosa
y en cualquier momento.

Redoblé recuerdos para apenar la vida,
la razón de dejarte atrás vivía a base de olvidos.
Insistí vivir a lo lindo
y siempre pensar que estoy lindo,
porque es lo que vale la pena,
la lealtad a uno mismo.

Deja de recordar a quien decidió no quererte besar más,
que ahora se encuentran en otra etapa,
mucho mejor de lo que crees.

*
Han desaparecido todas mis ilusiones,
que me intriga saber por qué se repiten las mismas situaciones de mi vida.

Desde mis inicios, me hinché por amor,
sin mucho conocimiento de quién me abrazaba,
de alguien que nunca quiso definirme.

Córtame,
no sigas con lo que intentas hacerme creer
¿Qué tan difícil resulta acortar tus inquietudes conmigo?
Después de todo, todo depende ti,
no te estoy obligando a que te estanques conmigo.
Huye,
alguien más debe de ser mejor que yo.

Olvídate de la sensación,
olvida que he tocado distintas partes de tu cuerpo,
no intimides a la muerte por alguien a quien solo tenías costumbre.

Puedes encontrar alguien a tu disposición,
de tus tiempos,
de lo que quieras hoy,
de lo que te disguste mañana.

No quiero seguir tu ritmo,
no estás arriesgando,
mientras que a mí me has puesto la fecha,
eres como un mediocre a medianoche,
de la nada te estás desencantando.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Información sobre el autor - Rodrigo Fernety

 Rodrigo Fernety es un joven escritor de 25 años, nacido en Lima, Perú. Él estudió la carrera de Psicología del Consumidor en la importante Universidad ESAN (Lima, Perú) y actualmente es bachiller en dicha casa de estudios.  A la edad de 15 años, decidió introducirse en el mundo de la literatura y la escritura, como parte de un proyecto personal. Con todos los acontecimientos de la época (2013), decidió escribir su primer libro "Listo para el arrepentimiento", que fue su primer trabajo como autor independiente.  Ahora él está muy activo en redes sociales y publica contenido de sus trabajos regularmente. Además de estar siempre trabajando en un nuevo proyecto cada 2 años.  

Desgastes

  Primer día de septiembre y ya la quité peso a los requisitos, para olvidarme de los métodos tradicionales que alargaban mi vida sin un nombre extra. Sin temor, puedo decir que busco a alguien que no se sienta culpable de quererme, que al conocerme ya no le aparezca la duda de amarme o no. Repentinamente, sigo creyendo en la felicidad a primera vista. Día 1 para nunca más rendirme, y decirles a mis heridas que aún hay esperanzas, porque estoy dispuesto a buscar a alguien que se atreva a vivir conmigo la incertidumbre, que se acople muy bien con mis horarios, que tenga la virtud de esperar y no rechazarme. Viví asumiendo que nunca podría corregirse mi adicción a la compañía, sentía que era injusto haber nacido con toda esta incomprensión. Pensé que era en vano esperar, que en algún momento esta mala suerte se desgastaría por tanta emoción. No quisiera que se perdure la costumbre de mal interpretar mis sentimientos, yo no mendigo por un cálido tacto, un amor de otra dimensión, t

Odio besarte solo por las noches

Odio besarte solo por las noches Muy lejos para poder sentirte, pero así puedo olvidar tu piel Tus labios estaban sobre mí, dándome razones para sentir todo lo que sería equivocado por ti.   Como dicho y hecho, pudiste olvidarte de algo tan grande, de todo lo que yo había logrado por nosotros. Dicho y hecho, tomaste algo que nos pertenecía, todo lo que descubrimos juntos y lo que quedaba de nuestros corazones.   Porque tu intención era encontrar el momento para que nos perdiéramos, para convertirnos nuevamente en desconocidos, para revivir la agonía de estar siempre en silencio con la mente completamente en blanco. Resultó ser fácil mentirme, tan solo te bastó decir adiós y no te detuviste hasta que mi dolor te sirviera. Aprovechaste de aquel sentimiento que me cortaba suavemente y yo siendo tan débil, tan ciego, me dejé quererme a tu manera. Supongo que aún no te das cuenta de que ya perdimos nuestra juventud. Incluso si te consideras ganador, todo se esfumó,