Lágrimas a ciegas
Lágrimas
a ciegas
Desconóceme,
como si hoy estuviésemos vivos para ser nada,
como lo éramos hace unos días,
sin emociones, sin poder sentir u oír,
sin asumir que nos pertenecemos para todo.
Quisiera seguir pareciendo un caballero a primera
vista,
seguir siendo un elemento más del tiempo,
ser capaz de caducar,
de ser destino de arte o de
hurto.
No soy nadie en tu vida para pedirte que me des
un poco de piedad u oportunidades. Pero si lo haces, a mi regreso estaré menos
herido,
con los ojos un poco más calmados.
No quisiera sonar grosero o como un
sinvergüenza,
pero si te atreves me puedes anticipar,
tienes aquel permiso para cambiarme de líneas
y de todo aquello a lo que estoy
acostumbrado.
Si tú me pidieras
yo te daría
las cosas bien claras.
A tu edad, tu cabeza se limita a pedir de más,
ignoras etiquetas que te incomodan.
No piensas en cambiar el mundo o en arreglar los
errores que cometiste,
porque das por hecho que dentro de muchos años
tu vida será mejor.
Tu juventud peca de desear poco,
como tener un mísero gemido al medio día,
querer y al mismo tiempo estar ausente,
tener enemigos y ser piadoso.
Menos mal todo lo que te digo te satisface,
para que tu cabeza no recuerde lo tan indeciso
que eres.
Si sigo manteniendo todo esto contigo ¿Qué
tan fuerte me va a golpear?
Ya que no sería casual que se me baje el cariño
a dudas,
con una cama desgastada y un sutil olvido.
En las silenciosas pasiones que duermen en mi
cabeza,
soy inocente de querer herirte.
Puede que conmigo te ahorres días o años en dar
besos en vano,
puedo ir contigo a todo que consideres que es
bueno para ti
o ir por un poco de alcohol cuando no haya nada
interesante qué hacer.
No te considero para nada ordinario,
porque eres capaz de alejarme de mis secretos,
de mi melancolía y de la derrota que tendré
contigo.
No quisiera tener lágrimas a ciegas,
porque estoy tratando de ser sincero y positivo,
a que todo funcione bien.
¿Alguna vez has escuchado de las buenas
noticias? Porque siento
que eres una
Quizás tienes planeado seguir experimentando con
tu cuerpo,
elegir juegos versátiles que se van acomodando a
ti,
rechazando desconocidos a cualquier hora.
Me sigo olvidando de que sigues siendo un
principiante,
un hombre sin su “identidad”,
que durante el día está lleno de antojos que te
harán “aprender”,
prefiriendo andar en solitario,
sin ocultarse o borrando esos duros golpes que
te hiciste al curiosear.
Si te digiera que puedo estar en cualquier
lugar, hacer lo que sea y pensar en ti.
Puedo quedarme con cosas como estas,
incluso con menos,
puedo volver a ser lo mejor mi persona y no solo
para ti.
Puedo probarte y adaptarme a ti,
escuchar tus quejas y disculpas,
ver a blanco y negro,
como enamorarme de ti informalmente.
Puede que me desenfoques a cometer gravísimos
errores o encajar perfectamente en memorias que pueden que ya no las recuerde
más.
No nos conocemos mucho y no sabes de todo lo que
me han maldecido y agradecido. No tienes idea de lo que hice para tener un poco
de aventuras o para ser mencionado entre tus amigos.
Me gusta que de repente seas tranquilo,
que entrelineas me demuestres tus debilidades
y esos temas que aún tenemos sin
completar.
Me gusta poder escribirte entre el día,
y pensar que quizás de cualquier manera te
quedarás conmigo.
Puede que seas más o menos todo lo que ya haya
visto o lo me queda por ver.
No podría estar por el mundo disfrutando de
otros labios
si me gusta pasarla contigo.
Aunque aún no pueda ver si serías capaz de
detenerte conmigo,
en el presente o en el futuro,
a ver entre las ramas o a pasarla en unas de las
mañanas más oscuras.
Te veo y tengo promesas que cumplir.
Cuando hablo contigo,
siento que me devuelves tiempo que perdí
mostrando tristes miradas.
Sin advertirme y yo sin negarte,
agarras mi corazón por los bordes,
que me dan ganas de ocuparme de tus labios,
con unos besos que desgasten mi tiempo,
sin sentirme tan sensible,
sin pensar lo tan alegre que estoy contigo al
sonreír.
Tocas cada parte de mí,
enseñándome a reír sin complejos,
inspirándome a siempre querer cada momento
casual que tengo contigo.
Puedo que seas amores conmigo en pocos días
y que por consecuencia me vaya acostumbrando
a lo sencillo que te resulta llenarme de
alegrías.
Puedo hacer que desaprendas
y te olvides a que sin mí puedes tener mejores
amores.
Porque siempre habrá personas queriendo salir
contigo los fines de semana.
Recuérdame otro día,
porque quiero empezar a jugar contigo,
arriesgando a dar todo de mí
y saber que tú también seas capaz de hacer lo
mismo.
Porque sobre el papel,
tenemos gustos tan similares,
de esos que no se quitan,
hasta de los peores.
Tú me curas mucho, me animas a atreverme más.
Desearía tener una primera cicatriz tuya, saber
que me buscas y serás fiel, porque nadie está pagando todo lo que me han hecho
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