Ritmo De Sangre
Ritmo De Sangre
En
esta etapa, tenemos permitido ganarlo o perderlo todo
Podemos
pasarla buscando o esperar a ser buscados
Nos
prometen,
moldean
nuestras dudas, nos callan el humor y nos heredan sus buenos recuerdos
Nos
miran, nos dicen que será la última vez,
que
tenemos otro periodo para reponernos, pero que igual pierdes,
nuestra
libertad nos lastima más que nunca.
¿Y
es que cómo están tan seguros de poder retenerme, que sea consciente de perder
mi suerte a su voluntad?
Un
día, cuando te levantes, notarás que te cambiaron el ritmo de tu sangre,
Mirarás
tímido ante todos, no es que hayan cambiado tus culpas
¿Pero
a dónde se ha ido tu esencia?
Mientras
que todos, con entusiasmo, responderán
¡Las
desgracias son naturales!
¡Nadie
vive la buena vida, acostúmbrate a vivir en pequeño!
¡No
perturbes al destino!
Nos
dicen que siempre tenemos una puerta a la izquierda si queremos renunciar,
que
nadie predice desgracias,
que
no comencemos con nuestras inseguridades
para
no esforzarnos en ser detestables,
pero
no intentamos comparar tristezas
como
si los mendigos fueran nuestras propias almas.
Fácil
es decir que nuestra vida es para niños,
que
nos hacemos las víctimas
como
si fuese nuestra voluntad que nunca nos renueven los sentidos.
No
seríamos tan desafiantes,
si se calmasen en mostrarnos siempre lo que perdemos.
No
sé si les parece coherente que nos quedaremos contentos con lo absurdo que está
el sistema.
Por
consecuencia, en esta ciudad, y en muchas otras,
se
nos están escapando cada vez más las personas interesantes.
Con
o sin buenos días, no me extrañaría caminar
y
ver cómo más personas nacen sin sonrisas,
si
solo vienen aquí para que los medios desmenucen su dolor
y
las metas los desalmen.
Es
como si ya no importase el momento adecuado para sufrir,
no
importa si duermes, camines, cantes o llores,
muchos
somos sentimentales y adecuados,
menos
naturales o desechos,
nunca
se nos fue permitido dejar que todas nuestras esperanzas se vayan al hoyo
Apenas
me puedo tolerar y ya me están acercando a la muerte,
rechazándome
con una u otra objeción,
dejándome
en claro el momento de diversión que tendrán a mi menor tropiezo.
Quisiera
que aprovecháramos nuestros desvelos, nuestras tardes sin anuncios
Darnos
un tiempo para divertirnos desolados, irresponsables,
murmurando
con la mano en el pecho y con un poco de despecho,
que
peor sería estar muerto, sin transparencias,
como
si el miedo que hemos pasado hubiese sido en vano
Creamos
o no, viviremos contra encantos, escondiéndonos del breve idealismo
Tramo
por tramo, sin miedo, con suerte a valer por todo.
Quisiera
apelar por todo aquello que nos hicieron jurar indecisos,
porque
no son pretextos al mencionar que la distancia
de
lo que hacemos y nuestras certezas son casi infinitas
¿Es
que solo nos queda agradecerle a la vida y callarnos ante lo que mil veces nos
amenazaron?
Todos los derechos reservados
Rodrigo Fernety
Lima, Perú
2018
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