Ir al contenido principal

Ruta 203



Ruta 203

Anduve por donde tú solías hacerlo, quería seguir tu camino, quería ver por donde seguirías caminando, quería saber por dónde quizás irías. Me subí al carro azul que tanto me deprimió, porque solo lo usé para verte ir, porque también lo usaste para conocerme por primer vez… Me encontré solo por la calle y la única forma de regresar a casa fue con la Ruta203, porque la usamos después de nuestros días perfectos, y sabía que de alguna manera que me llevaría más cerca de tu casa, pensé que me llevaría a tu más linda sonrisa, pensé que me regresaría a lo más hermoso que tuvimos, sin querer me lastimaba más de lo que podía soportar.

Dime si sufrí lo suficiente, dime si aún hay algo vivo entre nosotros, dime que regresarás, dime que no estabas tan lejos de donde yo estaba aquel día, dime que si por casualidad me viste, dime si por error te enamorarías una vez más de mí. Nunca quise dedicarte una carta de amor, nunca quise dedicarte una canción feliz, porque tenía miedo de que te pierdas, tenía miedo que te vayas tan lejos, que te olvides de los ojos se enamoraron de ti, no quería desprenderme, no quería deprimirme nunca por ti, no quería quedarme despierto toda la noche por pensar en ti, no quería que te quedes con mi máxima expresión, no quería que te quedes con mi cariño como si fuese un recuerdo de juventud, no quería que después de tiempo esto no te dolería tanto como lo seguiría haciendo yo... quería evitar todo lo que me está pasando ahora.


Amé tu decadencia, amé tu caos, amé el desastre que éramos por las mañanas, respetaba tus creencias, respetaba cada parte de ti, vi tu ira, viví tus malos momentos y sigo queriendo estar a tu lado.


Estuve en la Luna de sonámbulo por ti, columpiándome al lado de la tristeza de mi vida, viendo las estrellas pasar, buscando razones con los ojos llorosos, buscando nuestros rastros que se quedaron atrás perdidos, buscando esa felicidad de mi corazón que sin querer llegó al cielo. Sabía en dónde estarías siempre a media noche, sabía que querías tus besos de buenas noches, sabía que estarías triste, sabía que querrías aprovechar tu vida… quizás algún día te des cuenta que te estuve buscando, quizás algún día te des cuenta que quería entregarte la carta de amor de los grandes hombres. Te estuve buscando en la luna con las alas rotas, estuve en silencio riéndome de mi desgracia, de lo innecesario que fue lastimarme tanto... Es normal terminar con un corazón roto ya después de haberlo usado tanto tiempo. 


Despertaba embriagado de ti, no me sentía nada bien, me sentía irreal, me sentía en la más profunda tristeza después de haber soñado toda la noche con tu sincera despedida, despertaba creyendo que toda era mi culpa, con todo lo que pude haber hecho… horas después pasaba mis días tranquilo, pasaba mi cálida vida hasta que la noche llegaba, porque tenía más tiempo para esperarte, tenía la soledad para llorar con angustia, había más tiempo para pensar en ti, había más tiempo para lastimarme contigo, tenía tiempo para llegar a las conclusiones más tristes, no había forma de poder ocultarte de mí. 


-Me dediqué a pensar en ti, pensé que me vendría muy bien un abrazo tuyo, uno que nos hiciera sentir que no estamos solos, ni tan rotos. 


No sé cómo haces para seguir tu vida tan tranquilo, enséñame a guardar silencio, porque parecieras que todo te va mejor, mientras que yo trato de esconderme bajo todos nuestros recuerdos... Estoy a un lado tan solitario con lo que me queda de tu rostro sonriéndome. Y pensar que había creído que estaría listo para el amor, para tenerlo junto a mí, después de tantos intentos, pensé que sería al fin feliz, que había sido afortunado, pero no había pensado que tendría que separarme, no creía en el olvido, no pensé que me cansaría, no pensaba que sería tan difícil renacer después de nosotros, no pensaba tener que llorar tantos meses. 



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Información sobre el autor - Rodrigo Fernety

 Rodrigo Fernety es un joven escritor de 25 años, nacido en Lima, Perú. Él estudió la carrera de Psicología del Consumidor en la importante Universidad ESAN (Lima, Perú) y actualmente es bachiller en dicha casa de estudios.  A la edad de 15 años, decidió introducirse en el mundo de la literatura y la escritura, como parte de un proyecto personal. Con todos los acontecimientos de la época (2013), decidió escribir su primer libro "Listo para el arrepentimiento", que fue su primer trabajo como autor independiente.  Ahora él está muy activo en redes sociales y publica contenido de sus trabajos regularmente. Además de estar siempre trabajando en un nuevo proyecto cada 2 años.  

Aunque siempre piense en ti - Feelings Aged

 Aunque siempre piense en ti Fui duro al negarte la parte de mi corazón, porque, como dicen, en el olvido uno empieza a valorar todo lo que pudo haber amado. Aunque haya confirmado haberte olvidado, siguen pasando los días y la fuga de cariño sigue consistente, como si realmente no hayas sido un simulacro ni un caso aparte, eras el lugar correcto. Otra vez regresó agosto, y como tradición anual, vino a maldecir mis historias y mantenerme delirando. No te preocupes por mí, porque, como dicen las crónicas, estabas destinado a olvidarte rápido de mí, y seas más feliz a la llegada del mejor amor. Por lo que acepto que debes ser feliz con otra persona, junto con todo el potencial que me imaginé de ti. Aunque piense en ti todos los días y siga creyendo que las marcas engravadas que dejaste en mi piel serán suficientes para garantizar fragmentos de felicidad. Todo irá mejor.   Pude evitar la pérdida, aceptando tu petición de un día más para construir lo que tardaría meses, De tr

Odio besarte solo por las noches

Odio besarte solo por las noches Muy lejos para poder sentirte, pero así puedo olvidar tu piel Tus labios estaban sobre mí, dándome razones para sentir todo lo que sería equivocado por ti.   Como dicho y hecho, pudiste olvidarte de algo tan grande, de todo lo que yo había logrado por nosotros. Dicho y hecho, tomaste algo que nos pertenecía, todo lo que descubrimos juntos y lo que quedaba de nuestros corazones.   Porque tu intención era encontrar el momento para que nos perdiéramos, para convertirnos nuevamente en desconocidos, para revivir la agonía de estar siempre en silencio con la mente completamente en blanco. Resultó ser fácil mentirme, tan solo te bastó decir adiós y no te detuviste hasta que mi dolor te sirviera. Aprovechaste de aquel sentimiento que me cortaba suavemente y yo siendo tan débil, tan ciego, me dejé quererme a tu manera. Supongo que aún no te das cuenta de que ya perdimos nuestra juventud. Incluso si te consideras ganador, todo se esfumó,